martes, 23 de diciembre de 2014

"Sextorsión", el chantaje por internet.

Rafael Leonidas Trujillo Molina, durante su dictadura, mantuvo una columna en el principal diario dominicano que se titulaba "Quien no quiere que se sepa, que no lo haga". Si tu nombre aparecía en aquella columna y eras un cargo público, ya te podías dar por cesado. Si no eras cargo público, ya te podías dar por desaparecido (los tiburones que rondaban los rompientes del Malecón de Ciudad Trujillo eran los más horondos del Caribe).
En esto podríamos caer en la tentación de pensar lo mismo, pero no seamos ingenuos.
Quien hace estas cosas se las sabe todas y, además, selecciona cuidadosamente a sus víctimas.
Sí que es cierto que los hombres somos especialmente idiotas (y por tanto vulnerables) cuando se trata de sexo, pero esta práctica que ahora se basa en "pecados" de tipo sexual, mañana, otro día, se puede basar en otras prácticas como el juego, las compras compulsivas o los amores platónicos.
Y son especialmente preocupantes cuando las víctimas son menores, chicos o chicas.
No tengo ninguna duda de que de esto no sabemos más que una ínfima parte y debemos de estar muy atentos.
Sobre todo quienes tenemos adolescentes en casa.
¿ Al final va a resultar que las redes, como las armas, "las carga el diablo"?

jueves, 18 de diciembre de 2014

Cuando hablamos de menores, todo el alcohol es malo.

El Gobierno Vasco ha presentado en el Parlamento el proyecto de la nueva Ley sobre Adicciones. Una norma que, sin duda, es muy necesaria, no solo para regular las adicciones a "viejas" drogas como el alcohol, el tabaco o el cannabis y otros psicotrópicos, sino también para sentar las bases en la lucha contra otro tipo de comportamientos adictivos, más modernos, tal vez más sutiles, pero no por eso menos dañinos: internet, redes sociales, juego y videojuegos, dispositivos de liberación de nicotina (vapeadores)...
Me voy a centrar en el consumo de alcohol en menores. Sobre la regulación de los Clubes Sociales de Cannabis ya escribiré otro día.
Las cifras son escandalosas.
Según la encuesta Drogas y Escuela VIII, hecha en el año 2011 por el Instituto Deusto de Drogodependencias para el Gobierno Vasco, el 27.8% de los estudiantes vascos de ESO, bachillerato y FP, habían consumido alcohol más de 20 veces en el último año y de estos, el 16.8 % lo había hecho 40 veces o más.
El 47.4% habían consumido alcohol en el último mes y, de estos, el 9% lo había hecho 10 o más veces. El 2.1 %, 40 veces o más.
Y si hablamos de borracheras, el 43.4% se habían emborrachado una o más veces en el último año y el 11.3% se había emborrachado entre 6 y 19 veces.
En el último mes se habían emborrachado el 24.8%.
144 menores de edad de los 4.293 encuestados (el 3.4%) se habían emborrachado entre 6 y 19 veces... ¡¡¡En un mes!!!
Y de los 12.73 € de paga que tenían de media los adolescentes entre 14 y 15 años, el 87.7% (11.16 €) se los gastaban en comprar alcohol.
De acuerdo en que las cifras son solo cifras, pero, en este caso, la evidencia está clara. 
No es difícil saber cuándo, dónde y que es lo que beben los chavales y las chavalas.
Esencialmente, botellón de kalimotxo, licor de melocotón con Sunny o licor de manzana con limón. Los mas mayorcitos, vodka negro, pitufo u orgasmo. Mucho menos (o casi nada) cerveza.
Comprado en tiendas de alimentación, directamente o a través de otros jóvenes "camellos", por una módica "mordida" y consumido en plazas y parques. 
Algunos de ellos desde los 12 años y todos ellos bebiendo de forma compulsiva y con la única finalidad de emborracharse.
No son bebedores sociales. Son bebedores compulsivos.
El objetivo no es desinhibirse para socializarse mejor.
El objetivo es evadirse de la realidad.
Y no hay ni que decir que el alcohol es enormemente nocivo para el desarrollo psíquico, físico e incluso social de los jóvenes.
Por eso parece evidente que si se quiere combatir esta plaga hay que hacerlo con decisión y sin matices.
En abril del año pasado nos quejamos ante la entonces Ministra de Sanidad porque el Gobierno había levantado la prohibición (vigente desde 1988) de anunciar bebidas alcohólicas de menos de 20 grados en lugares en los que está prohibida su venta (instalaciones deportivas, culturales, etc). El cambio de norma formaba parte de la ley de medidas urgentes de liberalización del comercio. La salud pública pasaba a un segundo plano y primaban los intereses de productores de vino y cerveza, esencialmente.
No tuvimos éxito y la norma se mantiene.
Eso sí, la Ministra nos anuncio que el Gobierno trabajaba en un proyecto de ley para la prevención del consumo de alcohol por menores de edad.
En junio de este mismo año volvimos a expresar nuestra preocupación porque en alguno de los anteproyectos de la anunciada ley se planteaban diferentes sanciones para quienes incitaran a beber, vendieran o proporcionaran bebidas alcohólicas a menores, en función de que su graduación fuera mayor o menor de 23º.
Si ya es difícil en la actualidad concluir un expediente sancionador por venta de alcohol a menores, con la diferenciación del tipo de alcohol la cosa se pone prácticamente imposible.
Además, damos por bueno el argumento de que el alcohol "blando" (de menos de 23º) no es tan dañino como el alcohol "duro" de más de 23º. Algo "falso de toda falsedad".
La graduación no es más que una medida de la concentración de alcohol en la bebida. 2.5 copas de vino tienen tanto alcohol como un gin-tonic, pero pretendía que servir vino a menores fuera menos delito y se sancionara menos que servir un gin-tonic. Independientemente de la cantidad servida.
Desde nuestro punto de vista, cualquier cantidad de alcohol, en cualquier formato, vendido o facilitado a un menor en cualquier establecimiento público es un delito, porque es nefasto para su salud.
Curiosamente, a las dos semanas de hacer nuestra pregunta, una senadora del PSOE y otra de UPN hicieron otras dos, dejando clara la preocupación del sector vinícola por poner al vino a la misma altura que otras bebidas alcohólicas.
La verdad es que no nos parece una queja razonable, pues no hablamos del consumo responsable del vino (considerado legalmente como un alimento) entre adultos, sino del consumo entre menores.
Si el futuro del sector viti-vinicola depende de que se pueda vender vino a los menores, mal vamos. Además, sinceramente, no nos lo creemos. A la vista está.
Incluso, en una Moción en la Comisión de Agricultura, el PP puso por escrito que "debemos esforzarnos en dignificar nuestro producto...y educar a la sociedad y sobre todo a los mas jóvenes en los matices y en la cultura del vino".
Procuremos y eduquemos a nuestros jóvenes para que cuando sean adultos puedan ser, como mucho, consumidores responsables de vino o de cualquier otra sustancia adictiva no destructiva, pero no permitamos ni demos facilidades para que ningún menor de edad ponga en riesgo su futuro o su vida por aumentar o porque no disminuyan las ventas de ningún producto.
Con muy buen criterio, el nuevo proyecto de Ley sobre Adicciones del País Vasco no hace diferencias entre distintos tipos de alcohol a la hora de prohibir la venta y el consumo de alcohol en menores.
Nos congratulamos por ello.
Al finalizar la pregunta a la Ministra en junio, me llamó para decirme que el ella era partidaria de no diferenciar las sanciones en función de la graduación, pero que estaban teniendo muchas presiones en sentido contrario y que era importante que la apoyáramos.
Esta iniciativa del Gobierno Vasco es una muestra de cómo tiene que hacer las cosas el Ministerio de Sanidad, aunque nos tememos que aquel proyecto de la ministra Mato ahora se quedará en el cajón.

Cuando hablamos de menores, todo el alcohol es malo.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Pesca-turismo: una oportunidad para la pesca y para el turismo en Euskadi.

Corría el año 2008 cuando nos presentaron el Proyecto Sagital. Acudimos a Luanco (Asturias), junto con la técnico de desarrollo económico del Ayuntamiento y la secretaria de la Cofradía de Pescadores de San Pedro.
Los profesores de la Universidad Autónoma de Madrid (que habían confeccionado el estudio a encargo del Gobierno socialista de Madrid) y técnicos del Ministerio de Agricultura y Pesca nos explicaron en que consistía el proyecto.
Hablábamos de lo que denominamos "actividad de pesca-turismo".
Desde aquel día, nos pusimos manos a la obra e intentamos convencer a técnicos, responsables políticos, responsables de las cofradías y marineros, de las ventajas que tenía esta actividad para la diversificación del sector pesquero.
No era fácil apostar por el tema, porque había una gran inseguridad jurídica, sobre todo para los marineros y armadores, que necesitaban una cobertura legal que las leyes vigentes no les proporcionaba.

Cuando llegamos al Senado, una de nuestras primeras iniciativas parlamentarias fue, precisamente, una Interpelación al entonces Ministro Arias Cañete sobre el tema y la consecuente Moción, en la que planteábamos los cambios necesarios para superar los obstáculos legales que se planteaban.
El Ministro estuvo de acuerdo, pero, al final, los técnicos del Ministerio decidieron que querían llevar ellos la iniciativa y no dejarla como un "éxito" del Grupo Vasco y nos presentaron una alternativa de texto light, sin ningún compromiso, que nosotros no aceptamos.
En nuestro planteamiento, un único cambio en el artículo 2 de la Ley 03/2001 de Pesca marítima, para incluir la actividad de pesca-turismo como una pesquera mas, con todas sus ventajas e inconvenientes, hubiera bastado para desencadenar el resto de cambios normativos necesarios para dar seguridad jurídica a la actividad. La pesca-turismo seria una fuente añadida de ingresos y también una manera de aumentar los periodos de cotización y, por tanto, una manera de acumular la reducción correspondiente en la edad de jubilación. igual que si se estuviera pescando. 
No fue así. El PP ha preferido hacer una nueva ley, en la que, como siempre, el Gobierno pega un bocadito más a las competencias de la Comunidad Autónoma de Euskadi y al resto. Más a las Comunidades que tiene pesca en aguas interiores, pero...   
Sea como sea, el propio Gobierno ha ido cumpliendo lo que en su día discutimos con el Ministro y, ahora, con la nueva ley de pesca, el tema de la diversificación y, sobre todo, de la actividad de pesca turismo ya empieza a tener cobertura legal.
Se hizo un Plan de Diversificación de la Pesca y la Acuicultura y ahora, con la consideración de la pesca-turismo como una actividad pesquera más, cuando se completen todos los cambios legales y reglamentarios que derivan de ella, la pesca-turismo tendrá una cobertura legal suficiente.

¿Pero igual alguien se pregunta qué es esto de la pesca turismo?
Pues intentaré explicarlo lo más sencillamente posible.
Tenemos que diferenciar dos términos:
    1) Turismo pesquero, que sería todas las actividades turísticas que tendrían como "tema" el mar y la pesca: visitas a museos del pescador, a barcos pesqueros, actividades en las Cofradías y las lonjas, actividades gastronómicas con productos pesqueros, talleres de pesca o de nudos... Cualquier actividad turística que tenga que ver con la actividad pesquera y su entorno social, laboral o geográfico.
   2) Pesca-turismo, que sería un turismo ligado directamente a la actividad pesquera y que se produce en los mismos barcos y depende de la actividad extractora. Dentro de esta, también podríamos definir dos tipos:
          a)     La actividad turística que se desarrolla coincidiendo con los momentos de actividad pesquera: turismo mientras se pesca.
          b)     El uso de las embarcaciones y los conocimientos de nuestros marineros para beneficio de los turistas, en los momentos de parada de la flota, sea a lo largo del día o en paradas más prolongadas.
La primera de las dos modalidades de pesca-turismo es mas difícil de completar, porque la pesca no deja de ser una actividad de riesgo que, además, se lleva a cabo en unos barcos no preparados para atender simultáneamente a personas extrañas a la actividad.
La segunda, en cambio, es más factible, sobre todo en el caso de lo que en Euskadi llamamos "merluceras", que podrían aprovechar los momentos del día entre la echada de las redes de madrugada y su recogida al atardecer.

No podemos olvidar que nuestros marineros son las personas que mejor conocen nuestras costas, los caladeros, los sistemas de pesca más adecuados para cada especie y, además, unos grandes expertos en la gastronomía de los  productos de nuestro mar.
Sin duda, la actividad de pesca-turismo sería una fuente alternativa de ingresos para la parte más vulnerable y frágil de nuestro sector, pero también seria importante para el sector turístico de nuestros pueblos, porque no es todos los puertos disponemos de empresas de charter náutico dispuestas a llevar a los turistas a la mar.
Nuestra flota está siempre disponible en los puertos de Euskadi, grandes y pequeños.
Solo hay que organizar la actividad de manera que se puedan aprovechar los recursos turísticos de tierra y coordinarlos con el recurso pesca-turismo.
De esto solo podemos sacar beneficios, tanto particulares para nuestros arrantzales, como colectivos, como país.
Tenemos a las personas, en la mar y en tierra, en el sector pesquero y en el sector turístico, tenemos la experiencia y el Know-How necesarios, apostamos por el turismo de sentimientos y vivencias...
Ahora solo falta ponerse manos a la obra y desarrollar entre todos una actividad completa de turismo pesquero.