sábado, 5 de marzo de 2016

Día Mundial de la Eficiencia Energética y España incumpliendo una vez más.

En 1998 se celebró en Austria la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética.
Una de las decisiones fue designar el 5 de marzo como el Día Internacional de la Eficiencia Energética.
Una fecha que debería de servir para recordarnos que los recursos energéticos son limitados y, por lo tanto, debemos de utilizarlos de una manera racional, eficaz y eficiente.
Eso no significa renunciar a aquello que nos facilita y nos hace la vida más cómoda, pero sí que debemos de hacer un uso más inteligente de los recursos en general y los energéticos en particular.
Ya lo dice el refrán: "No es mas limpio quien mas limpia, sino quien menos ensucia".
La lucha por conseguir la eficiencia energética es una tarea de todos: ciudadanos particulares, empresas y administraciones.
Pero, sin duda, las administraciones juegan un papel esencial en este empeño por el planeta.
Hay que planificar y legislar por el planeta, pero también cumplir y hacer cumplir lo acordado y legislado.
Y eso es lo que no está haciendo el Gobierno español.
La Comisión Europea ha emitido un “Dictamen Motivado”, exigiendo a España que adapte su legislación a la directiva europea correspondiente a la eficiencia de los edificios.
Según la Comisión, la normativa española define de manera deficiente los «edificios de consumo de energía casi nulo»,  sus normas y su aplicación en el tiempo y hace excepciones más allá de lo permitido.

Una vez más, el Gobierno español muestra una desidia inaceptable y peligrosa en temas tan esenciales para nuestro futuro como este.

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